No es necesario ser un intelectual o un estudioso para darse cuenta del gran problema que es el machismo en el mundo actual, en todos lados, en todos los rincones, y si tratamos de buscar responsables, muchas veces es la misma mujer la que deja que la maltraten, apoyado de una policía inoperante o de autoridades ciegas, muestra de ineficiencia e ignorancia de leyes, claro que esto demanda tener pruebas, pero cuando las hay ¿por qué esperar tanto tiempo para actuar?

Muchos sostienen que en las zonas rurales o serranías (Incahuasi, Cañaris, Salas, Cajamarca, Cuzco, etc ) es una costumbre y/o Tradición, que el hombre tenga más de dos mujeres, incluso conviva en el mismo hogar; que es una costumbre que el esposo esté algunos días con su primera señora, y otros días con la otra; que es una costumbre que la embaracen desde muy niña, con el consentimiento de sus padres; que es una costumbre regalar a la pequeña hija como doméstica y conservar al hijo varón; suena a una realidad de los 80’, pero no, es una fotografía actual.

Muchos podemos ver en los caseríos y asentamientos humanos, la esclavitud a las que muchas mujeres llegan a someterse, bajo las pudorosas frases “no te separes, tus hijos sufrirán” ”él es tu marido, y haz lo que él te diga”. O en todo caso quien no las ha oído hablar “Me voy, porque si mi marido no me encuentra en la casa, me saca la m…” “No, mi marido no me deja salir” “Ayer mi marido llegó borracho y me dio mi cachetadón porque no le calenté la comida”, son frases que las esclavizan por su propia voluntad, ignorancia o temor.

La sociedad nos muestra intimidades expuestas: noviazgos y matrimonios cargados de reiterados casos de infidelidad del hombre (tomados como temas “varoniles”), frente a una mujer confundida con amor.

Estas situaciones, son comunes en nuestros contextos sociales, y éstas se convierten en la causa, de mujeres violentadas, con intento de suicidio u homicidio, y feminicidios.

Este problema de ignorancia, no sólo debe ser combatido por las mujeres; demanda de la participación urgente de instituciones, autoridades, con verdaderas actividades que involucren a hombres, mujeres y niños, ningún problema social se soluciona con sólo dar charlas a los victimarios, es un problema complejo que requiere un enfoque integral, que pueda ser aplicado en distintos sectores, de acuerdo a la realidad de cada uno de ellos.

La mujer debe ser consiente, que no sólo el hombre debe desarrollarse, ella necesita cumplir sus propios sueños, necesita alimentar su autoestima, ella también es humana, y no debe confundir el amor con la violencia, no debe permitir los celos injustificados, ni el traspaso de prejuicios del padre a la hija, de lo contrario será una cadena sin fin, como lo viene siendo.

Mujer, esto no sólo ocurre en las zonas rurales, mírate, y date cuenta si tu sufres violencia, ten cuidado, no arrastres a tus hijos con esto.